En Menorca existen tres especies de serpientes. No son autóctonas y probablemente llegaron en barco durante la época romana.
¡Las tres especies
no representan ningún peligro para las personas!
La más abundante es la
culebra de escalera ("serp blanca").
Esta es la más grande y se puede encontrar sobre todo en la parte sur de Menorca, en el campo y entre las piedras.
Su alimentación consiste de vertebrados bastante grandes, como ratas y ratones.
La única acuática de las tres es la culebra viperina ("serp d'aigua").
Ésta vive en zonas húmedas, como el Barranco de Algendar en el municipo de Ferreries; se alimenta de pequeños anfibios.
Si se siente atacada, contrae los músculos del cuello y hace su cabeza más triangular.
Aunque se lanza de forma agresiva contra su agresor, no muerde. Sólo da un pequeño golpe.
La menos común es la
culebra de cogulla ("serp de garriga")
que procede del norte de África.
Se reconoce por sus pupilas ovaladas y una línea oscura que atraviesa sus ojos.
Es la única que inocula veneno (que no afecta a los humanos). El veneno lo utiliza para paralizar a sus víctimas y tragárselas enteras, ya que no puede masticar.
Con la introducción de oliveros ornamentales, cada vez están llegando más culebras bastarda a Menorca, ya que se esconden en sus troncos.